Los dos sospechosos son investigados por la Fiscalía por un presunto delito de delincuencia organizada.
Ambos fueron detenidos tras los allanamientos a sus viviendas el pasado 11 de noviembre.
En la audiencia donde se revisó la medida cautelar, los abogados de los procesados resaltaron una aparente “falta de motivación” y la carencia de evidencias suficientes en contra de sus clientes.
Según la Fiscalía, el exgerente está vinculado a este caso por dos transferencias de USD 400 000 realizadas entre la ‘offshore’ panameña Girbra, de Álex Bravo, exgerente de Petroecuador, y la firma Kilkenny Business, en Bahamas, supuestamente relacionada con Calvopiña.