A casi un año de que el Máximo Tribunal argentino diera el beneficio de libertad por 2×1 a un condenado por delito de lesa humanidad, decidió dejarlo sin efecto.
Así lo dijo el juez Horacio Rosatti, quien dejó expuesta su contradicción. La decisión llega tras el polémico fallo «Muiña» que le había dado el beneficio del cómputo del 2×1 del tiempo que pasó en prisión preventiva, lo que le daba por culminada su condena.
La ley había sido derogada en 2001, pero los jueces habían determinado que le correspondía la aplicación de la «ley penal más benigna», pese a que la causa se inició luego de la anulación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, en 2003.
Se trata del rechazo por inadmisible de un recurso que había presentado Jorge Humberto Appiani, un ex militar y abogado condenado a 18 años de prisión en la megacausa Área Paraná por secuestros y torturas de 27 víctimas. La decisión fue firmada por Ricardo Lorenzetti, Juan Carlos Maqueda y Horacio Rosatti, siendo este último uno de los jueces supremos que el 3 de mayo del 2017 avaló el fallo 2×1 a represores y desató el enojo popular.
Tras una masiva movilización en contra del fallo del año pasado, el Congreso Nacional aprobó una ley que establecía que la reducción del tiempo en prisión con aquel cálculo no se podía aplicar a delitos de lesa humanidad, delitos de genocidio o crímenes de guerra.
El nuevo fallo de esta semana no exhibe fundamentos porque se basa en una fórmula llamada “280”, un artículo del Código Procesal Civil que permite rechazar un planteo sin dar argumentos.
Fuente: El Telégrafo