Ya el pasado 21 de abril, el magistrado había rechazado ser recusado, por lo que la decisión final antes de que continuase la causa quedó en manos de un tribunal de competencia superior.
La expresidenta prestó declaración el 13 de abril mediante un escrito y la pasada semana remitió una ampliación de su testimonio.
Su defensa había alegado entre los motivos para la recusación la «enemistad manifiesta» que existe con el juez «desde hace ya un año y medio».
Sin embargo, Bonadio, que tras la decisión de la Cámara continuará dirigiendo el caso, afirmó que dicha acusación solo es «fundada» si se exterioriza «en hechos o actos que demuestren con claridad ese estado de ánimo».
«Y como puede advertirse en las notas periodísticas no hay ninguna manifestación de este Juez fuera de lugar, ni siquiera irrespetuosa y mucho menos con contenido de odio o que encierre animadversión hacia la Sra. Cristina Fernández», argumentó.
Bonadio investiga la celebración de contratos de futuros de dólar por los que el Banco Central, en la última etapa de Gobierno de Fernández, habría pactado vender la divisa estadounidense a un precio que rondaba los 10,65 pesos por unidad, por debajo del precio establecido en la Bolsa de Nueva York que, por ese entonces, se situaba alrededor de los 14 pesos.
Para el magistrado, de la diferencia entre el precio pactado y el del mercado se desprende que los contratos cerrados mientras el kirchnerismo estaba en el Gobierno ocasionaron luego una pérdida millonaria al Banco Central, por lo que además de a la exmandataria, llamó a declarar al exministro de Economía Axel Kicillof y al extitular del Banco Central argentino Alejandro Vanoli.
Sin embargo, Vanoli y Kicillof han responsabilizado al actual Ejecutivo de Mauricio Macri por las pérdidas en el Banco Central, que según el kirchnerismo fueron resultado de la devaluación de diciembre pasado.
Es así que un fiscal pidió a la Justicia que impulse una investigación contra el actual presidente del Banco Central, Federico Sturzenegger, por la ejecución de contratos de venta de futuros de dólar, y también contra Bonadio por presunta prevaricación, tras una denuncia presentada por diputados kirchneristas.