La vivienda fue adquirida por su madre, Donda West, a principios de la década de los 80 y se vendió en el 2004.
El periodista inmobiliario Dennis Rodkin señaló que la casa «pasó por muchos problemas después de eso, como una ejecución hipotecaria y hace varios años pertenecía a una fundación con la que Kanye estaba involucrado, pero Rhymefest, uno de los colaboradores de Kanye, la compró”.
Finalmente, West decidió comprarla por alrededor de $ 225 000 (un precio mayor al real) y al parecer planea invertir $ 60 000 más en reparaciones, dijo Rodkin.
Aún se desconoce el destino que le dará West a la casa una vez que finalicen los trabajos de remodelación.