En este sentido, la Asociación afirmó que el dinero electrónico no debería servir para pagar los sueldos, sino que se debería pagar en efectivo para que el funcionario que lo desee lo convierta en dinero electrónico.
Asimismo, se pide que se fije un monto máximo de 680 dólares para los consumos con este tipo de medio de pago, y que el respaldo al dinero electrónico sea en especie u oro y esté estipulado en una Ley Orgánica que no pueda ser modificada.
Además, como cuarta recomendación, se sugiere crear una veeduría ciudadana que realice auditorías periódicas sobre el manejo del instrumento y su respaldo, y finalmente evitar la “obligatoriedad” en el uso, recepción y transacción del dinero electrónico.
Esto, mientras Diego Martinez, presidente del Banco Central del Ecuador, ha asegurado que el respaldo del dinero electrónico son dólares pues funciona como un sistema prepago. «El ciudadano escoge cuánto dinero quiere tener en su celular, y los ciudadanos podrán escoger dónde tener su cuenta pues los actores privados pueden prestar el servicio», afirmó.
Martinez, durante una entrevista el pasado viernes, insistió que el uso de cualquier medio de pago, incluido el dinero electrónico, es de uso voluntario, y por ello algunos funcionarios públicos ya han pedido que se nos pague su sueldo bajo este sistema. «Ha sido una decisión personal. Independientemente de la cantidad de usuarios y entidades financieras, el BCE garantiza transacciones de los ciudadanos», comentó.
Finalmente, la ABPE afirmó que están de acuerdo en que el dinero electrónico es un instrumento del futuro y quieren que llegue al Ecuador con seguridad. “Para aprovechar todos los beneficios de ese instrumento debemos tener ciertos márgenes de seguridad en los que nos pongamos de acuerdo y así podamos despolitizar este tema que es eminentemente técnico”, manifestó José Julio Prado, presidente de la ABPE.
Además, según el comunicado, explica que los cinco elementos propuestos por esa entidad “permitirían sentar las bases de un diálogo más fructífero y técnico con el Banco Central para que cada banco, en forma individual, tome las mejores decisiones frente al proyecto de dinero electrónico”.