Para Molina, llevar a cabo una transición a la movilidad eléctrica requiere de la implementación de prioridades, una política pública firma y la participación activa del sector privado.
Desde la Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana, se planteó una hoja de ruta para incluir a la inversión particular en el cometido, para lograr la movilidad sostenible en la capital.
En el caso de Quito, deberán fijarse, inicialmente, las zonas donde podrán circular únicamente vehículos eléctricos, como parte de un plan piloto para la ejecución del proyecto.
Según el presidente de la Cámara, la venta de autos eléctricos ha aumentado con respecto a años anteriores, en los que se registraban compras de 200 autos al año. Ahora, dicha cifra bordea los 120 a 140 por mes. Por ello, puntualizó que entre los 1.200 a 1.500 vehículos vendidos al año, el 40% operan en la capital.
Otro de los puntos para trasladar la movilidad al ámbito eléctrico es la instalación de cargadores rápidos, dentro del programa de potenciación de la infraestructura destinada para este tipo de vehículos.
Beneficios tributarios a vehículos híbridos
La Cámara de la Industria Automotriz Ecuatoriana exhortó al Gobierno a diferenciar los beneficios arancelarios a vehículos híbridos, y sus distintas clasificaciones. Entre estos, se encuentran los vehículos microhíbridos, híbridos ligeros y mild híbridos.
Según Molina, existen distintas tecnologías dentro de los automóviles que debería ser reconocido por el Ejecutivo para fijar beneficios fiscales.
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