El pasado 5 de abril, el exvicepresidente del correísmo, Jorge Glas, fue detenido en la Embajada de México en Quito. El operativo se dio con una irrupción de la Policía en la sede diplomática, que derivó en la ruptura de relaciones diplomáticas.
De acuerdo con la canciller Gabriela Sommerfeld, pese al impasse, el comercio se ha mantenido igual, así como los servicios consulares para ecuatorianos en México y viceversa.
“Todo sigue en pie, todo sigue regularmente. No hay una afectación más allá del rompimiento de las relaciones diplomáticas”, dijo.
Reiteró que las actuaciones en la Embajada de México se dieron por una situación “excepcional” para “no caer en la impunidad”. Por ello, Sommerfeld insistió en que, desde Ecuador, existe una predisposición para “sentarse en una mesa”, y arreglar las diferencias con México.
Mientras tanto, el Gobierno ahora liderado por Manuel López Obrador, planteó la liberación de Jorge Glas como “condicionante” para llegar a un acuerdo, dijo.
Importancia relaciones internacionales
Las fricciones con México ponderaron la importancia de las relaciones bilaterales con el resto de países para conseguir beneficios en distintas materias.
Según Sommerfeld, una de las agendas del Gobierno en términos de diplomacia, ha sido la atracción de inversiones, especialmente en el sector energético.
Además, se ha centrado en la solvencia de la crisis económica que enfrenta el país, en la busca de desembolsos y créditos.
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