La Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) concluyó ayer en Quito su cuarta cumbre con el empeño de buscar fórmulas que permitan a la región blindarse ante los efectos de la crisis económica internacional.

Conscientes del peligro que representa el complejo escenario económico para sus países miembros, castigados por la caída de los precios de las materias primas y la desaceleración de China, entre otros factores, varios de los mandatarios de la región expresaron la necesidad de aplicar acciones coordinadas para protegerse.

Catorce presidentes, dos jefes de Gobierno, cinco vicepresidentes y diez ministros de relaciones exteriores estuvieron presentes en la reunión del bloque, que agrupa a 33 naciones latinoamericanas y caribeñas.

Con ese telón de fondo de las dificultades económicas en la región, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, propuso al organismo poner en marcha «un plan táctico anticrisis económica» ante la «situación económica sumamente compleja» que atraviesa la región latinoamericana.

En la misma línea, la chilena Michelle Bachelet abogó por «asentar caminos sólidos» para diversificar las economías de Latinoamérica y consideró necesaria una mayor inversión y un incremento del comercio regional.

Otro de los mandatarios, el boliviano Evo Morales, al hablar de la importancia de la lucha contra la desigualdad, indicó que este objetivo es más importante aún en un contexto de dificultades económicas que afectan a la mayoría de los países latinoamericanos y caribeños.

Morales sugirió que las reservas internacionales de los países deberían, en lugar de convertirse en depósitos en el exterior, financiar proyectos de desarrollo en la propia región.

El de la crisis fue uno de los puntos centrales en las intervenciones presidenciales de una cumbre cuya falta de consenso impidió establecer una agenda de trabajo conjunta.

«Lamentablemente, por falta de consenso y diferentes visiones sobre Celac que, en lo personal, no considero excluyentes, no se han podido plasmar estos ejes en metas cuantificables y en una agenda común», indicó el presidente de Ecuador, Rafael Correa, cuyo país ostentó hasta hoy la presidencia temporal del bloque.

La República Dominicana se hizo cargo hoy de la presidencia de turno y tendrá el cometido de avanzar en las líneas de trabajo del organismo durante 2016.

«Asumimos la presidencia pro témpore en un año en el que el mundo y América Latina, en particular, afrontan inmensos desafíos», dijo el presidente dominicano, Danilo Medina, al señalar entre ellos a situaciones económicas, sociales, ambientales e ideológicas.

La Celac, además, expresó su firme apoyo al proceso de paz que se desarrolla en Colombia entre el Gobierno y las FARC, y el presidente de ese país, Juan Manuel Santos, recordó la solicitud cursada a las Naciones Unidas para que apoye el actual proceso de verificación del alto el fuego, para lo cual escogerá a los especialistas que lo hagan, y en ese camino está el bloque.

Aseguró que espera en breve que las negociaciones de paz con el Ejército de Liberación Nacional (ELN), la segunda guerrilla en importancia de Colombia, pasen de la actual fase confidencial a otra abierta, que permita acelerar el fin del conflicto armado en su país.

El bloque latinoamericano-caribeño, además, designó una misión de cancilleres para conocer la situación electoral de Haití a pedido del Gobierno de ese país.