La crecida de la mayor cuenca fluvial de Norteamérica sigue causando estragos en Misuri, Illinois, Oklahoma y Arkansas, mientras que mantiene en alerta a estados del sur de Estados Unidos ante la llegada del gigantesco caudal acumulado durante lluvias inusuales para esta época del año.
Esencialmente, regiones ribereñas en todos los estados de la cuenca de los ríos Misisipi, Misuri y Ohio hasta la desembocadura en el Golfo de México están bajo riesgo de inundación.
Misuri, donde han muerto 15 personas, se recupera poco a poco de la subida de las aguas durante la Nochevieja, que obligó a la evacuación de pueblos enteros y donde hoy comenzaban las labores de bombeo de agua anegada.
El río Meramec, que desemboca en el Misisipi, ha comenzado a ver reducido su caudal, pero deja detrás daños históricos a lo largo de su cauce, después de haber crecido hasta 14 metros.
Las autopistas que partían de la zona metropolitana San Luis ya han reabierto, aunque en algunas zonas aún persiste el peligro de desbordamiento de los ríos.
En la vecina Illinois, donde se han registrado 9 muertos, se mantiene también el peligro de inundación y las autoridades siguen pidiendo precaución en los desplazamientos en vehículos, la principal causa de las muertes.
Doce condados del estado han sido declarados zona devastada y el gobernador, Bruce Rauner, ha movilizado desde el viernes a la Guardia Nacional para asistir en las labores de evacuación y rescate.
La última víctima mortal confirmada de estas inundaciones es un joven de 18 años que fue hallado muerto en su vehículo, después de que las autoridades consiguieran seguir las señales de su teléfono móvil.
Las autoridades aún siguen buscando a varios desaparecidos, que fueron sorprendidos por los tres días ininterrumpidos de lluvias invernales, entre ellos el famoso cantante de country Craig Strickland, que estaba cazando.
En total, hasta 11 diques levantados para evitar este tipo de estragos han cedido a lo largo del Misisipi, y pese a que las lluvias torrenciales han cesado, el inmenso caudal de agua que avanza rumbo al sur tiene en alerta a Arkansas, Tennessee, Misisipi y Luisiana.
En el camino de la crecida se encuentran grandes ciudades como Memphis, Baton Rouge y Nueva Orleans, que ya se preparan con muros de sacos de arena para evitar desbordamientos.
«Estamos listos para todo el agua que viene hacia el sur», explicó en entrevista con el canal CNN Billy Nungesser, vicegobernador de Luisiana.
Nungesser aseguró que la crecida es una seria preocupación, especialmente porque el aumento del nivel del Misisipi no se suele dar hasta primavera, con el deshielo en el norte y la época tradicional de lluvias.
Inundaciones como las ocurridas esta semana no se daban desde octubre de 1993, que causaron unos 15.000 millones de dólares en daños materiales.
El aumento del nivel del río Misisipi sigue avanzando y se espera que llegue a tocar su punto álgido en Luisiana y la desembocadura a finales de enero.