Las bebidas lácteas con suero de leche están gravadas con el 12% del Impuesto al Valor Agregado (IVA), según consta en la circular del Servicio de Rentas Internas (SRI) del 9 de marzo pasado enviada a ese sector.
“El suero de leche es el componente natural mayoritario de la leche cruda, es decir de la materia prima para elaborar los productos lácteos. La leche espontáneamente se separa en dos componentes: la cuajada, (caseína-grasa-azúcar) con que se elabora el queso y equivale al 10% y el suero de leche, que es el 90% restante”, explica Rafael Vizcarra, director del Centro de la Industria Láctea (CIL).
El organismo ha rechazado la medida al considerar que ningún producto lácteo debe tener obstáculo impositivo ni de distribución para su acceso a la población. Más aún, refiere, cuando el sector viene afectado por una caída en el consumo (pasó de 20,12 litros por persona en el 2014 a 17,67 litros en 2015), lo que –dice– en parte se ha dado como efecto del etiquetado tipo semáforo.
Con él coincide Fernando Maya, presidente del CIL. “No estamos de acuerdo con ninguna creación impositiva para una categoría que ya tiene serios problemas”, asegura.
En el país hace cuatro años se estableció el sistema de legislación técnica para procesar el suero de leche, con el que se elaboran, por ejemplo, fórmulas para bebés, yogures, proteína para deportistas, productos para la heladería (que el país importa). En el mercado hay unas seis marcas de bebidas lácteas.
Lenutric es una de ellas. Su gerente, Rodrigo Dueñas, dice que no ha habido incentivos para el aprovechamiento del suero y que gravarlo no soluciona el problema de desbalance de oferta y demanda que afecta al sector lechero del país.
La Asociación de Ganaderos de la Sierra y Oriente, en cambio, ve con buenos ojos la medida. En su sitio web colgó la circular del SRI en la que señala que las bebidas lácteas competían con la leche pura. Y destaca la “muy buena gestión” de la Asociación Holstein Friesian del Ecuador, CAIZ, productores de Cotopaxi, del ministro de Agricultura, Javier Ponce, y “su gran equipo de trabajo”.