David Pazmiño, experto económico y docente de Business School UIDE, explicó que, en los últimos cinco años, los procesos electorales en Ecuador han costado más de 500 millones de dólares. Resaltó que este gasto es considerable en un país con muchas necesidades prioritarias que requieren atención inmediata.
El experto hizo hincapié en la importancia de considerar el contexto fiscal actual, agravado por la caída de los precios del petróleo, lo que afectará el presupuesto y aumentará la carga de deuda, estimada en 10 mil millones de dólares para 2025. Ante este panorama, subrayó la necesidad de revisar y optimizar el presupuesto destinado a los procesos electorales. Propuso que la modernización tecnológica podría ser una solución viable para reducir costos y aumentar la eficiencia.
Pazmiño destacó que la digitalización de los procesos electorales no solo podría reducir los gastos, sino también mejorar la transparencia y la eficiencia del sistema. Sin embargo, advirtió que esto implicaría una fuerte inversión y una reforma al Código de la Democracia. Además, sugirió que otra alternativa para reducir los costos sería implementar un modelo mixto de votación, combinando el voto físico y digital, lo cual sería especialmente relevante en zonas rurales donde el acceso a la tecnología es limitado.
Asimismo, el experto subrayó la necesidad de reformar el financiamiento estatal de las campañas electorales, destacando la ineficiencia del sistema actual y la importancia de fomentar una cultura tributaria entre los ciudadanos para garantizar un mejor uso de los recursos públicos.
Pazmiño concluyó que, aunque los procesos electorales son fundamentales para la democracia, es esencial encontrar un equilibrio entre el costo y la efectividad para asegurar que los recursos se utilicen de manera adecuada y en beneficio del país.
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