Durante un panel televisivo, la asambleísta por la Revolución Ciudadana, Paola Cabezas, planteó la posibilidad de fijar una “dolarización a la ecuatoriana”. Declaraciones que, según la candidata a la Presidencia del correísmo, Luisa González, fueron un “enredo” en torno a un tema que no era precisamente del dominio de la legisladora.
Al mismo tiempo, a través del Decreto Ejecutivo 565, el presidente de la República, Daniel Noboa, ratificó como unidad monetaria y único medio de pago oficial en el país al dólar estadounidense. El Mandatario instó a su bancada legislativa (ADN) a proponer en la Asamblea Nacional la reforma del artículo 303 de la Constitución, para que se establezca que “la formulación de las políticas monetaria, crediticia, cambiaria y financiera es facultad exclusiva de la Función Ejecutiva y se instrumentará a través del Banco Central”.
“El Banco Central no podrá emitir otro tipo de moneda o moneda paralela distinta al dólar”, añade la propuesta de reforma constitucional.
El dinero “chimbo”, un peligro para la dolarización
Para Augusto de la Torre, exjefe del Banco Mundial para América Latina, las declaraciones de Paola Cabezas surgen a modo de advertencia, al mismo tiempo que generan una “fuerte contradicción”, al considerar que el dólar como tal no es una moneda ecuatoriana.
Indicó que este mecanismo, el cual goza de alta aceptación en la ciudadanía, también es vulnerable a una serie de acciones que, desde el Gobierno, podrían desfigurar al sistema. Entre ellas, se encuentra la expansión desmedida del gasto público que generaría un desbalance fiscal. Advirtió que, el hecho de que el país esté dolarizado, no cierra la posibilidad de que un Gobierno futuro acceda a imprimir monedas alternativas.
En ese caso, indicó, existen varios pasos que aumentarían el riesgo la dolarización. El primero, que el Gobierno entregue un bono al Banco Central y luego, la entidad acredite “dólares chimbos” que sirvan para el gasto del Ejecutivo. El siguiente paso, según de la Torre, sería que dicho medio de pago no tenga validez en el campo internacional y, a través de restricciones, la economía se vea embotellada.
“La emisión de dinero chimbo es una amenaza a la dolarización”, enfatizó.
De acuerdo con Andrés Albuja Batallas, presidente de Asesores Analítica Avanzada y experto económico, la emisión del Decreto 565 por parte del presidente Daniel Noboa “no salva” la economía del país, ni mucho menos el dólar. Consideró que
esta decisión ocurre en medio de un ambiente de populismo electoral político, sin mayor trasfondo.
En su lugar, dijo, el país debería centrar el debate en los errores cometidos en el pasado en materia económica y que podrían afectar a la dolarización. Es decir, la irresponsabilidad fiscal, la devaluación monetaria ficticia y otras acciones que, desde el Ejecutivo, podría vulnerar el mecanismo del dólar estadounidense.
Cuestionó que, desde ciertos sectores, exista un discurso errado en torno a los indicadores económico, uno de ellos, el riesgo país. Recordó que cuando se intentó relacionar el aumento de las reservas internacionales con la reducción del riesgo país, las cifras no fueron precisamente favorables para el país. Incluso, estas se duplicaron, y es en el gobierno del actual mandatario en el que el riesgo país se ubicó en 1.500, con números superiores en un 50% a los registrados durante otras administraciones.
Por otro lado, señaló que el “fantasma” de la desdolarización busca sembrar un pánico económico financiero, un delito que es sancionado en el Código Orgánico Integral Penal.
“Hago un llamado a no regar falsos rumores que transgreden en la Constitución (…) ningún gobernante se atrevió a desdolarizar, ni el mismo (Rafael) Correa”, dijo.
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