La mayor parte de los restos de la estación se desintegraron en su entrada a la atmósfera, informa AP, citando a los especialistas. No obstante, algunos restos del aparato aún permanecen a la deriva.
La primera estación espacial china, Tiangong-1 fue lanzada al espacio en 2011 y acogió a dos tripulaciones de astronautas en 2012 y 2013. Completó su servicio en 2016 y perdió contacto con el control de la misión china ese mismo año.
Los expertos alertan que la Tiangong-1 representa un peligro no solamente por la inminente caída de sus restos a la superficie terrestre, sino también por la posible dispersión de sustancias altamente tóxicas.
Según una reciente predicción del Centro de Estudios de Órbitas y Reingreso de Escombros de la corporación Aerospace (CORDS, por sus siglas en inglés), el laboratorio chino de 8 toneladas y media podría portar a bordo restos de un peligroso combustible denominado hidracina. Por este motivo, se recomienda no tocar los restos ni inhalar los vapores que puedan desprender los escombros de la Tiangong-1.