El equipo colombiano y el brasileño disputarían el 30 de noviembre el partido de ida de la final de la Copa Sudamericana, pero el accidente llenó de luto al fútbol mundial.
Al día siguiente del siniestro, Gilberto García, jugador del club verde de Medellín, habló en nombre de sus compañeros y le pidió a las directivas de su equipo que intercedieran ante la Confederación Sudamericana de Fútbol (CONMEBOL) para que al Chapecoense se le declarara campeón del torneo. El club accedió al pedido y el 5 de diciembre el ente rector del fútbol regional anunció la decisión.
El Atlético Nacional no solamente tuvo este gesto, si no que facilitó toda la ayuda y puso a disposición su infraestructura logística para colaborar con la atención de los heridos y el transporte de los cuerpos de los fallecidos hasta Brasil.
El 30 de noviembre, a la hora en que se iba a disputar el partido por la final de la Sudamericana, se le rindió un multitudinario homenaje al Chapecoense en el estadio Atanasio Girardot, de Medellín, con la presencia del ministro brasileño de Relaciones Exteriores, José Serra.
La distinción para el Atlético Nacional la recibió su presidente, Juan Carlos de la Cuesta.
“Fue muy difícil ese momento, nos enfrentábamos a una gran final y saber que compañeros del fútbol renunciaban a esto por esta tragedia, fue muy doloroso. Hicimos solo lo que teníamos que hacer, reconocer a un equipo que tenía la posibilidad de jugar esta final y lo que queríamos era entregar un gesto de esperanza”, aseguró De la Cuesta al momento de recibir el trofeo.