El fiscal general del Estado, Galo Chiriboga, señaló que con el análisis de los restos del avión, en el que falleció el expresidente Jaime Roldós Aguilera, el 24 de mayo de 1981, estarían en capacidad de emitir un dictamen. “No podemos especular, estamos en ese espacio de posibilidad, cuando lleguemos al final del trabajo diremos qué pasó”. El funcionario indicó que la investigación se tornó compleja, por los años transcurridos. Además, cuando empezaron la indagación en agosto de 2013, “había una cooperación fría” de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE) en cuanto a proveer información, que mejoró con el tiempo.
“El comandante de la FAE, César Merizalde, puso el archivo a disposición de la Fiscalía, por lo que hay una cooperación cercana, ya no intermediamos con nadie, el personal de la institución entra directamente a revisar la información”, aseguró Chiriboga, por lo que estima que pronto tendrán una decisión.
El equipo investigador, liderado por el fiscal Ángel Cujilema, al momento sistematiza las evidencias halladas en los archivos entre las que constan alrededor de 20 piezas del avión marca Beechcraft Super King Air 200.
“Hemos recuperado piezas de las turbinas, del motor, ejes transversales de los rotores, partes del eje de rotación de las hélices.
En el análisis los peritos buscan determinar el efecto de torsión de los ejes para confirmar si en el momento de la caída funcionaban las turbinas” afirmó Cujilema. Esto es parte de las investigaciones que se adjuntará al informe técnico que elaborarán los peritos brasileños. La Policía Aeronáutica de Brasil también trabaja en un reporte. “Esperamos reunirnos este mes con la fiscalía brasileña para determinar cómo serán analizados los restos”.