Fue el turno del Metro de Quito. Sus oficinas en el norte de la capital fueron allanadas la tarde de ayer. Thania Moreno, fiscal general subrogante y provincial, dirigió un operativo en el que participó personal de Criminalística.
El caso está relacionado con la supuesta red de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht. Esa compañía, en sociedad con la española Acciona, está a cargo del proyecto de infraestructura más grande de la capital.
En el operativo, Fiscalía y Policía revisaron las oficinas ubicadas en los pisos 2, 12 y 13 del edificio Mirage. ¿El objetivo? Incautar el ordenador del gerente de la Empresa Metro de Quito, Mauricio Anderson.
Para lograrlo, Moreno tuvo que subir 13 pisos por las escaleras porque, minutos antes, los ascensores del edificio habían sido inutilizados. Luego esperó, por casi 10 minutos, la llegada del funcionario. En una reunión privada, le explicó los alcances de la disposición.
Sobre el Metro hay abierta una investigación previa por el delito de presunta delincuencia organizada. Se originó en la denuncia de la asambleísta María José Carrión, de Alianza PAIS, sobre presuntas irregularidades en la contratación de la segunda fase del Metro, adjudicada al consorcio Acciona-Odebrecht, en 2015.
El 19 de enero, ella aseguró que existe “el registro de viajes de ciertos actores del Municipio de Quito hasta Brasil” y Colombia. Según ella, esos movimientos no fueron explicados y existe una coincidencia con la vigencia de contratos millonarios firmados con Odebrecht.
El Municipio capitalino ha reiterado en varias ocasiones que la ejecución del contrato involucra a la actual administración, encabezada por Mauricio Rodas, pero también a la anterior de Augusto Barrera, secretario de Educación Superior.