La inflación en Estados Unidos se disparó en junio y alcanzó un nuevo máximo en la era de la pandemia, con un aumento de los precios al consumidor del 9,1% interanual. Se trata del nivel más alto en más de 40 años y superior al anterior, cuando los precios subieron un 8,6%. La cifra también es mucho más alta que el 8,8% que los economistas tenían previsto.
El Índice de Precios al Consumidor de junio también mostró que los costos generales que pagan los consumidores por una serie de bienes y servicios aumentaron un 1,3% de mayo a junio de este año.
Gran parte de esto se debió al incremento en los precios de la gasolina, que subió casi un 60% en el año. Los estadounidenses enfrentaron costos récord del combustible el mes pasado, con una media nacional que superó los US$ 5 por galón en todo el país.
Además, los incrementos también se notaron en todas las categorías. Los precios de los alimentos en el hogar, por ejemplo, subieron un 12,2% a lo largo del año, productos como los lácteos un 13,5% y las carnes un 13,8%.
Sobre este tema, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, señaló que la cifra del Índice de Precios al Consumidor es «inaceptablemente alta», pero afirmó que «también está desactualizada». En ese sentido, destacó que los precios de la gasolina han bajado en los últimos 30 días.
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