En el reporte titulado Las políticas fiscales para la dieta y la Prevención de Enfermedades no Transmisibles (ENT), la OMS dedica un capítulo a las bebidas azucaradas a las que señala de ser grandes factores que causan caries, obesidad y diabetes.
«En el ambiente de las comidas de hoy día es muy fácil consumir mucho azúcar, especialmente de las bebidas, que son una gran fuente de azúcar en la dieta y su consumo está aumentando en la mayoría de países, especialmente entre niños y adolescentes», dice la OMS en su reporte.
La organización reporta que en promedio una sola lata de gaseosa contiene cerca de 40 gramos de azúcar, lo equivalente a 10 cucharaditas.
Para prevenir la obesidad y el daño en los dientes de niños y adultos, la OMS recomienda reducir el consumo de azúcar a menos de 12 cucharaditas al día o a menos de 6 para tener más beneficios.
En el mundo, la prevalencia de la obesidad se ha doblado en los últimos 24 años, según la OMS. Según datos de 2014, el 39% de los adultos tienen sobrepeso y el 13% son obesos. En los niños, el sobrepeso está aumentando más rápido en especial en los países de bajos ingresos.
En cuanto a la diabetes, la OMS destaca que a nivel mundial 422 millones de personas sufren de esta enfermedad que ha ido en aumento en las últimas décadas.
La organización dice que es el momento de que los gobiernos actúen.
«Los gobiernos pueden tomar una serie de acciones para mejorar la disponibilidad y acceso de alimentos saludables y así tener una influencia positiva en la comida que escoge consumir la gente. Una mayor acción para programas comprensivos para reducir el consumo de azúcares es aumentar los impuestos de estos productos. Así como los impuestos en los cigarrillos ayudan a reducir su uso, aumentar los impuestos a las bebidas azucaradas puede ayudar a reducir el consumo de azúcares», dice la OMS en su reporte.
¿Cuánto debería aumentar exactamente? Según la OMS hay evidencia que muestra que un impuesto del 20% a estos productos podría llevar a una reducción del consumo en una proporción igual «previniendo así la obesidad y la diabetes».
Además, la organización señala que si se asume esta medida, en los 10 años siguientes se ahorrarían gastos en salud pública. «Las ganancias de estos impuestos podrían ser invertidas en esfuerzos para mejorar los sistemas de salud, en promover mejores dietas, aumentar la actividad física o construir una capacidad efectiva de administrar los impuestos para aumentar más el valor de esta medida», afirma en el informe.
El azúcar se ha convertido en el enemigo público no. 1 en el campo de la nutrición; tanto los doctores como los defensores de la salud pública están «hartos» de la cantidad que consumen los estadounidenses.
Mientras los alimentos representan una gran parte del azúcar añadido en nuestra dieta, muchos expertos recomiendan reducir el consumo de bebidas azucaradas para disminuir la ingesta diaria.