La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, inició hoy una visita a Brasil, uno de los países más afectados por el virus del Zika, y expresó un claro respaldo a las medidas adoptadas por el Gobierno para el combate al mosquito Aedes aegypti.

La directora general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Margaret Chan, inició hoy una visita a Brasil, uno de los países más afectados por el virus del Zika, y expresó un claro respaldo a las medidas adoptadas por el Gobierno para el combate al mosquito Aedes aegypti.

«Se está haciendo todo lo necesario para combatir a ese mosquito testarudo», declaró Chan durante una visita a un centro nacional de control de epidemias situado en Brasilia, al que se dirigió tras una reunión con la presidenta del país, Dilma Rousseff.

Sin embargo, Chan instó también a que «toda familia, cada uno de los miembros de la sociedad, asuma su debido papel para contribuir con el combate al mosquito», que transmite tanto el Zika como los virus del dengue y la chikunguña.

Chan estuvo reunida durante unas dos horas con Rousseff, quien le explicó las medidas adoptadas por el Gobierno para intentar eliminar los criaderos de mosquitos, mediante «movilizaciones» en las que participan unos 200.000 soldados y miles de agentes de salud.

A esas iniciativas se han sumado en ocasiones la propia jefa de Estado y los miembros de su gabinete, que han salido a la calle a colaborar en tareas de limpieza a fin de concienciar a la sociedad sobre la necesidad de combatir al Aedes aegypti.

Uno de los asuntos que más preocupa en Brasil es la posible asociación entre el Zika y la microcefalia, una malformación que en los últimos meses ha tenido un aumento exponencial en el país.

Según un balance difundido hoy, en coincidencia con la llegada de Chan al país, el número de casos de bebés nacidos con microcefalia confirmados desde octubre del año pasado saltó desde 508 hace una semana hasta 583, lo que representa un aumento del 15 % en solo siete días.

De acuerdo con ese boletín, entre el 22 de octubre del 2015 y el 20 de febrero de este año fueron notificados en el país 5.640 posibles casos de microcefalia u otras alteraciones del sistema nervioso en bebés, de los que 583 fueron confirmados, 950 descartados y 4.107 continúan bajo investigación.

Hasta la semana pasada, eran 5.280 posibles casos, de los que 508 eran confirmados, 837 descartados y 3.935 bajo investigación.

La OMS aún no comprueba la relación entre la microcefalia y el Zika, lo cual fue respaldado por el Ministerio de Salud de Brasil, que hoy aclaró que la malformación puede tener como causa otros agentes infecciosos, como sífilis, toxoplasmosis y herpes vírico.

Según el boletín, los casos de microcefalia confirmados «no representan adecuadamente la totalidad del número de casos relacionados al virus del Zika, pero se considera que la mayoría de las madres que tuvo bebés a los que se les diagnosticó microcefalia contrajo Zika durante el embarazo».

De acuerdo con el Ministerio de Salud, hasta ahora han sido notificadas 120 muertes de bebés, supuestamente por microcefalia, tras el parto o durante la gestación, de las que 30 ya fueron confirmadas como provocadas por la malformación.

La OMS declaró el 1 de febrero pasado una emergencia sanitaria de carácter internacional por la rápida propagación del Zika en el mundo y las posibles consecuencias de esta enfermedad.

Tras su visita a Brasilia, la directora general de la OMS, que está acompañada por la directora de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, partió hacia Recife, en el noreste del país, que es la ciudad que concentra el mayor número de casos de microcefalia registrados hasta ahora.

Chan explicó que la intención de la visita que hará mañana a Recife es recopilar información que pueda ayudar a la OMS en los estudios que se llevan a cabo para intentar aclarar si el Zika es efectivamente el origen de la explosión de casos de microcefalia en Brasil.

Según la directora de la OMS, la cooperación internacional es «esencial» para combatir al virus y, en ese marco, puso como «ejemplo» los estudios conjuntos que han comenzado a desarrollar instituciones científicas de Brasil y Estados Unidos.