La oposición ha conseguido la validación de 409.313 firmas, el doble de lo exigido por el Consejo Electoral para iniciar un sufragio que deponga al mandatario

EFE

La oposición ha superado con una exponencial ventaja la etapa de la validación de las firmas exigidas por el Consejo Nacional Electoral de Venezuela (CNE) para activar un referendo que revoque el mandato de Nicolás Maduro. Henrique Capriles, gobernador del Estado de Miranda y dos veces candidato presidencial, ha anunciado este viernes que se han autentificado 409.313 rúbricas, el doble de lo necesario para comenzar el proceso revocatorio. “El gran perdedor de la jornada de hoy es Nicolás Maduro Moros. El revocatorio va a ser en el año 2016”, dijo en una rueda de prensa.

La validación de las firmas ha significado una carrera de obstáculos para los opositores. La coalición Mesa de la Unidad Democrática (MUD) ha acusado al Gobierno de imponer dificultades para que el 1,3 millón de electores que firmaron a finales de abril a favor del revocatorio no pudieran confirmar su voluntad. “Hicieron de todo para que no se pudiera”, agregó Capriles.

El CNE –controlado por el oficialismo– había exigido a la MUD validar el 1% de las firmas de cada uno de los 24 Estados de Venezuela (casi 200.000 en todo el país) entre el lunes y el viernes en un horario de 8:00 de la mañana a 4:00 de la tarde, con algunas interrupciones. Para esta tarea dispuso de 300 máquinas identificadoras de huellas dactilares –en este caso de los votantes– que fueron distribuidas en sitios hostiles de la nación caribeña, según la oposición.

En el municipio capitalino Chacao, el bastión de la oposición en este país, no fue destinada ninguna máquina captahuellas. Los electores de esta localidad tuvieron que trasladarse durante horas a distantes centros de votación adscritos al Estado de Miranda para validar sus firmas. Otros opositores fueron agredidos el miércoles por seguidores del Gobierno en un centro electoral ubicado en Macarao (oeste de Caracas).

No obstante, la MUD ha concentrado sus denuncias en las adversidades para validar las firmas en el Estado de Nueva Esparta (noroeste de Venezuela). Este era una de las pocas regiones que faltaba el jueves por alcanzar el 1% del padrón electoral. Según los votantes opositores, los cortes de energía eléctrica, la lentitud en la constatación de la identidad de los electores y las intimidaciones demoraron el proceso de validación.

Richard Fermín, alcalde de La Asunción (capital de Nueva Esparta), emprendió la noche del jueves una huelga de hambre que se prolongó durante unas horas el jueves para exigir al Gobierno el cese de las irregularidades en los centros de votación.

Antes de 2017

El siguiente paso en la meteórica carrera por el revocatorio es la recaudación de más de 4 millones de firmas (20% del padrón electoral). Si la MUD logra conseguir este porcentaje, el Consejo Electoral está obligado a convocar una consulta popular, donde los opositores deben obtener más votos de los conseguidos por el mandatario venezolano en las elecciones de 2013 (algo más de 7,5 millones de papeletas). Es una batalla contra el tiempo, porque de producirse el referendo después de enero, el poder lo podría asumir hasta 2019 otro dirigente del chavismo: el hoy vicepresidente Aristóbulo Istúriz.