Uno de los proyectos, liderado por la ingeniera química Zhenan Bao, de la Universidad de Stanford en 2010 desarrolló un sensor flexible y sensible. Gracias a su investigación, la e-skin (o piel electrónica) podría usarse en prótesis y robótica, pero otra utilidad que podría darse es la del pago digital, sin móvil ni tarjeta bancaria.
La piel electrónica permitiría que la persona que llevase un chip incorporado no perdiese sensibilidad ni flexibilidad, como ocurre con los relojes inteligentes.
La empresa asiática Tencent tiene un sistema de pago WeChat Pay, el segundo más usado en China, y ahora busca usar tecnología de luz infrarroja que penetre las capas superficiales de la piel y escanear la mano, detectando su relieve y otros detalles, según indica la revista MIT Technology Review.
Además de usar la piel electrónica para pagar o monitorizar la salud, como se podría hacer con un smartwatch, hay investigadores que están probando esta tecnología para usarse en realidad virtual y aumentada. Se trata de ‘WeTac’, un guante de e-skin desarrollado en la Universidad de Hong Kong, y con el que los usuarios podrán sentir objetos virtuales para experimentar la sensación de estar completamente inmersos en un videojuego.
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