La secretaria Nacional de Planificación y Desarrollo, Sandra Naranjo, explicó que el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) que presentó el Gobierno, el 5 de febrero, se obtiene en función de cuatro dimensiones: educación; trabajo y seguridad social; salud, agua y alimentación; y hábitat, vivienda y ambiente sano.
Según la funcionaria, el IPM permite medir la intensidad de la pobreza, mientras la medición tradicional toma en cuenta únicamente los ingresos económicos. Este mecanismo da cuenta de las condiciones de vida de las familias en varios aspectos, explicó.
En el país, la línea de pobreza está en 80 dólares, quienes ganen menos de eso se consideran pobres por ingresos, mientras que el IPM tiene 12 indicadores más como, por ejemplo, si la persona tiene acceso a educación básica, bachillerato o educación superior, a agua potable, vivienda, un trabajo digno, entre otros.
Según el reciente informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC), Ecuador ha reducido la tasa de pobreza multidimensional un 16,5 % en los últimos seis años.
Naranjo aclaró que la intención del Gobierno al presentar esta medición no es la de maquillar las cifras o la realidad del país, sino buscar información más detallada que le permita implementar mejores políticas públicas.