La PGE estipula que la decisión de la corte estadounidense no es vinculante en el arbitraje entre Ecuador y la petrolera (conocido como Chevron III). Además, señala que dicha sentencia no afecta lo decidido por la Corte de Sucumbíos en favor de los afectados amazónicos, mediante la que condenó a la multinacional a pagar una indemnización por el perjuicio causado con la contaminación resultante de sus operaciones en el país.
La sentencia producida en los Estados Unidos no impide que los afectados por la petrolera continúen con acciones legales para ejecutar la decisión de Sucumbíos fuera de dicho país. Tampoco analiza al sistema judicial ecuatoriano. “La sentencia deja en claro, además, que Chevron no presentó, en el marco de esta acción, pretensión alguna en contra del Estado, por lo que no le afecta ni es oponible”, manifiesta el comunicado.
La PGE insiste que en la decisión de la Corte de Apelaciones persisten “graves errores jurídicos” y que estos mismos fallos omiten “la responsabilidad legal y moral de Chevron por décadas de contaminación en el Oriente ecuatoriano”, concluye el documento.