Un punto de control para monitorear avionetas, buques y naves del crimen organizado eran parte de las funciones de la extinta base estadounidense en Manta, que fue desocupada hace 15 años por disposición del exmandatario, Rafael Correa.
Sin embargo, de acuerdo con Paco Moncayo, señaló que existían parámetros de acción del maco de la soberanía del Estado ecuatoriano.
Por ello, consideró que, tras la salida de la base aérea en la ciudad manabita, existió un “vacío” en el monitoreo de las actividades de organizaciones criminales.
Además, cuestionó que, desde la iniciativa local, no se haya pensado en suplir la ausencia de la base extranjera.
Puntualizó que, si bien, el país ya no cuenta con bases extranjeras en su territorio, Colombia y Perú, son el claro ejemplo de que dichas instalaciones no pueden ponerse en marcha sin considerar una amenaza transnacional.
“Es una guerra en la que no hay soluciones mágicas. Los políticos que toman medidas populistas agravan la situación. No hagamos de la inseguridad motivo de campaña”, enfatizó.
Mira la entrevista completa
Escucha la entrevista completa