La Revolución Ciudadana logró establecer algo que parecía haberse perdido en Ecuador, como la estabilidad política, económica y social, ya que el Palacio de Carondelet veía entrar y salir mandatarios en tiempos relativamente cortos. Siete presidentes -sin contar el triunvirato que derrocó a Jamil Mahuad y que se instaló en el poder por varias horas- dirigieron al país en una década. El mayor detonante fue la crisis de 1999, cuando se produjo el congelamiento de depósitos, como consecuencia de la quiebra de un grupo de bancos privados.
Una nueva agrupación política denominada Alianza PAIS (Patria Altiva y Soberana) se formó el 19 de febrero de 2006, con el fin de desterrar el modelo político que dirigía al Ecuador y que tenía descontento al pueblo ecuatoriano. Un año después, en 2007, PAIS, liderado por el economista Rafael Correa, se instala en el poder luego de ganar en segunda vuelta, el 26 de noviembre, ante el candidato opositor Álvaro Noboa.
Correa ofreció cinco revoluciones: constitucional, económica, educativa y de salud, anticorrupción e integración. Pero, ¿qué tanto de eso se ha cumplido? El país ha sido testigo de varios cambios, como la educación, la salud, y sobretodo en infraestructura. Para Sandra Naranjo, secretaria Nacional de Planificación y Desarrollo (Senplades), el progreso del proyecto político continúa, ya que se están concluyendo proyectos emblemáticos como escuelas del milenio, hospitales, hidroeléctricas, entre otros. Naranjo aseguró a Notimundo que para este año cuentan con un presupuesto de 5.300 millones de dólares, y en conocimiento y talento humano 1.300 millones de dólares de inversión. También señaló que en estos nueve años se han invertido 8.000 millones de dólares en carreteras, por lo que destacó: «La inversión que estamos haciendo hoy es la inversión que en 30 años no se hizo, el Ecuador que hoy tenemos es sustancialmente mejor que en años anteriores».
Sin embargo, no todo ha sido «color de rosa» para el Gobierno. Analistas económicos y asambleístas opositores, aunque reconocen que han habido cambios positivos, han criticado duramente la gestión del Gobierno, por considerar que ha habido despilfarro de los ingresos petroleros para engordar el tamaño del Estado. Asimismo, han hablado acerca de algunos casos de corrupción dentro del Régimen, por lo que consideran que el país necesita un nuevo modelo de gestión y no de alguien que, según ellos, desea perennizarse en el poder. No obstante, están de acuerdo en que para llevar a cabo este cometido deben proponer a un candidato que se presente como una mejor alternativa a los ecuatorianos.
Al Gobierno de Correa le resta un año, pero será el pueblo quien decida en las urnas si desea continuar con el modelo de la Revolución Ciudadana, o le da la oportunidad a alguien más.