A pesar de que las condiciones climatológicas no son extremas, con una temperatura máxima de 1° centígrado prevista en Washington -de acuerdo con el Servicio Nacional de Meteorología (NWS, por sus siglas en inglés)-, la intensa nevada ha dificultado sobremanera el tránsito por la ciudad a lo largo de toda la mañana.
Por este motivo, instituciones oficiales, empresas privadas y escuelas optaron por comunicar a sus empleados y usuarios que permanecerían clausuradas durante toda la jornada.
Esta situación ha afectado incluso al presidente Donald Trump, quien ha optado por cancelar todos su actos oficiales previstos para hoy «debido al tiempo», según informó la Casa Blanca a través de un comunicado.
También el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha tenido que modificar su agenda y ha «pospuesto hasta nuevo aviso» el discurso que tenía previsto dar este miércoles ante la Organización de Estados Americanos (OEA) en el cual iba a exponer las prioridades de su Administración con respecto al continente.
En Washington, donde se encuentra el grueso del Gobierno Federal, un manto de nieve ha obligado a cerrar las principales instituciones a excepción del Senado y de la Cámara de Representantes, donde se han celebrado diversas audiencias a lo largo de la mañana.
Asimismo, en la capital se han restringido los servicios de transporte público y, en torno al mediodía, se comenzaron a producir los primeros atrasos en los aeropuertos de la región y los viajeros temen que se puedan producir cancelaciones a lo largo del día.
No obstante, a lo largo de toda la costa este, sobre todo en la zona norte, ya se han cancelado miles de vuelos, especialmente en los aeropuertos que dan servicio a Nueva York y sus alrededores.
Según el portal Flightaware, los aeropuertos de Nueva York operan hoy muy por debajo de su capacidad: los aeropuertos de LaGuardia y Newark han informado de la cancelación de aproximadamente mil vuelos cada uno, mientras que en el JFK se han suspendido más de 600 despegues.
Debido a los preocupantes pronósticos, a lo largo de los últimos días, las autoridades han recomendado a los ciudadanos que, en la medida de lo posible, eviten viajar y numerosas aerolíneas han permitido a los usuarios modificar sus billetes sin ningún coste adicional.
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, advirtió hoy en rueda de prensa de que se trata de una «tormenta seria» y anticipó que la situación «empeorará durante el día» debido, sobre todo, a los fuertes vientos.
De hecho, si se cumplen los pronósticos, esta podría ser la mayor tormenta de primavera registrada en la historia de la ciudad.
En la Gran Manzana se prevé que el manto de nieve supere los 40 centímetros de altura, lo que podría generar graves problemas no sólo de tránsito sino también en el sistema de cableado de la ciudad.
Más al norte, en estados como Massachusetts y Rhode Island, se calcula que miles de personas están sufriendo ya cortes eléctricos.
En Boston se espera que los momentos más duros se produzcan a última hora del día, por lo que numerosas carreteras y empresas aún permanecían abiertas al mediodía.
Sin embargo, se teme que en esta zona la tormenta se vea reforzada a lo largo de la jornada por la intensidad de los vientos, que podrían llegar a alcanzar 95 kilómetros por hora, lo que podría generar graves problemas adicionales, especialmente en la zona costera.
En total, se calcula que unos 70 millones de estadounidenses se han visto afectados por una tormenta que hace difícil creer que la primavera comenzó oficialmente este martes.
Fuente: EFE