Los veintiocho ejecutivos de la Unión Europea y el gobierno turco alcanzaron un acuerdo presumiblemente histórico que se cree pondrá fin al constante flujo de refugiados entre Grecia y Alemania. Las conversaciones y los términos de la declaración conjunta suponen la devolución a Turquía de todos cuantos inmigrantes irregulares y refugiados que lleguen a partir de ahora a las islas griegas del Egeo.
El pacto es de momento provisional y tendrá que ser pulido en la próxima cumbre -17 y 18 de marzo- entre los miembros de la Unión Europea y Turquía. Este acuerdo ofrece cuantiosas ventajas y beneficios a Turquía, que a partir de ahora se hará cargo de todas las personas que lleguen a las costas griegas.
El ejecutivo turco ha obtenido de las negociaciones el compromiso de los estados miembros de realojar a un refugiado en la Unión Europea por cada uno que sea devuelto de Grecia a Turquía. Es decir: los veintiocho tendrán que organizar un programa de acogida de asilo para aquellos que lo sigan solicitando, pero directamente desde Turquía, asegurando la estabilidad en sus fronteras. El objetivo, según ha explicado Juncker, es desincentivar el viaje por el Egeo, dado que aquellos refugiados que lo hagan y sean devueltos a Turquía se pondrán los últimos a la cola de las solicitudes de asilo en la UE.
Por su parte, Turquía se compromete a aceptar la devolución de «todos los inmigrantes irregulares que crucen desde Turquía a las islas griegas siempre que la UE se haga cargo de los costos» de repatriación, según la declaración conjunta de los mandatarios europeos. «Por cada sirio que readmita Turquía desde las islas griegas, otro sirio será reubicado desde Turquía a los Estados miembros de los UE, dentro del marco de los compromisos ya existentes», añade.
A cambio la UE acepta a «acelerar» la liberalización de visados a finales de junio, el desembolso antes de finales de marzo de los 3 000 millones de euros acordados inicialmente para los refugiados para 2016 y 2017, así tomar una decisión sobre «financiación adicional», después de que Ankara pidiera hoy otros 3 000 millones para la fase posterior, en 2018.
Asimismo, los socios europeos aseguran que prepararán «lo antes posible» la apertura de capítulos nuevos en el proceso de adhesión de Turquía a la UE, sobre la base de lo acordado con el país el pasado octubre. Por último, se comprometen a «seguir considerando» la posibilidad de establecer zonas humanitarias seguras en Siria.
La canciller alemana, Angela Merkel, consideró que este nuevo paso supondrá un «cambio cualitativo» si llega a aplicarse. Merkel aseguró que el planteamiento de intercambio entre sirios repatriados a Turquía por sirios que regresen a la UE para solicitar asilo de forma legal permite acabar con el vínculo entre tráfico de personas y llegadas a Europa, mientras que fomenta las vías legales.