En suites privadas, en restaurantes y en oficinas públicas se discutía sobre megaproyectos y obras emblemáticas. Lo evidencian versiones sin juramento incluidas en el expediente que, por presunta asociación ilícita en el caso de los sobornos de Odebrecht, fue abierto contra Ricardo Rivera, tío del vicepresidente Jorge Glas, y de otras ocho personas. El proceso ya tiene 96 cuerpos.
Los escenarios son la suite privada de Odebrecht en un hotel de Quito y un restaurante de Guayaquil. En el primer sitio se efectuaron reuniones entre funcionarios del Gobierno de Rafael Correa y representantes de Odebrecht.
La fiscal Diana Salazar, coordinadora de la Unidad de Transparencia y Lucha contra la Corrupción e investigadora del caso, ya hizo el reconocimiento de la suite.
Holger Pazmiño, funcionario de la Empresa Pública del Agua (EPA), le dijo a la fiscal que en un restaurante de Guayaquil se reunieron Carlos Bernal, exprincipal de Senagua; Walter Solís, exministro de Obras Públicas y Carlos Villamarín, subsecretario nacional técnico. Hablaron, dijo, “específicamente de los megaproyectos”.
La fiscal Salazar ya pidió al restaurante una nómina de los clientes que estuvieron en el lugar en agosto de 2015.