De acuerdo con el vacunómetro, implementado por el Ministerio de Salud Pública (MSP) para saber cómo marcha el Plan de Vacunación 9/100, es la única provincia con un porcentaje superior al 80 %.
En Los Ríos, las dos dosis la han recibido, en ese rango de edad, el 37,97 % y en Esmeraldas el 35,41 %.
En provincias de la Sierra, como Carchi, Pichincha, Imbabura o Loja, la cobertura de la vacunación de primeras dosis supera el 80 % a personas de 65 años y más, mientras que en la Costa, en provincias como Esmeraldas, es del 52,74 %.
De acuerdo con cifras del MSP, a nivel nacional, el 25 % de la población mayor de 65 años no ha sido todavía vacunada.
José Ruales, viceministro de Salud, sostuvo que para cubrir el ausentismo habrá una campaña de educación para dar a conocer los beneficios de las vacunas y evitar la muerte o la enfermedad grave.
El funcionario, en una entrevista radial, atribuyó el ausentismo a diversos factores: dispersión poblacional en el Oriente, desinformación, a dudas o a preferencias por alguna marca de vacuna.
Dosis
Señaló que desde la semana del 5 de julio empezarán a llegar dosis de Sinovac, CanSino y Pfizer, negociadas por este Gobierno, con lo que se aceleraría el proceso e inmunizarían con unas 200.000 dosis diarias.
Justificó la unificación de puntos de vacunación a sitios más grandes, donde hay más brigadas de vacunación y por un aspecto logístico.
El presidente Guillermo Lasso sostuvo que, en el primer mes de su gobierno, han aplicado 992.652 primeras dosis y 715.341 segundas dosis. Además que hay un stock de 1′340.434 vacunas.
Plan de vacunación
Sillas vacías con poca presencia de personas. Ese fue el panorama este jueves, antes del mediodía, en el coliseo del colegio Consejo Provincial, en el sur de Quito, para acceder a la vacunación en contra del COVID-19.
A Lupe León, de 60 años, le inyectaron la vacuna de AstraZeneca. Recomendó acceder a la vacunación porque sostuvo que es necesaria para precautelar la salud.
Kléver Guadalupe, de 62 años, recibió la misma marca. A su criterio, inmunizarse es necesario para que, a otras personas, no les ocurra lo que le sucedió a él con el fallecimiento de su esposa. Contó que hace cuatro meses se contagiaron de COVID-19, pero ella murió -hace pocos días- por secuelas de la enfermedad.
Para Gloria de García, quien fue a ese sitio, al vacunarse se protege a la familia.
En el centro norte de Quito, en la Universidad Politécnica Salesiana (UPS), antes de las 08:00 había unas 30 personas formadas una tras de otra en los exteriores de ese centro educativo. Algunos ciudadanos llegaron dos horas antes y otros fueron redireccionados a ese punto.
Unas 1.500 personas tenían previsto ser inmunizadas.
Nota Original: El Universo – LINK
