Esta es la investigación del grupo de 8 científicos, liderado por Niels Rattenborg, del Instituto Max Planck (Alemania), en el que también participó el ornitólogo galapagueño Sebastián Cruz.
La prestigiosa revista Nature recoge el estudio. El trabajo de campo, avalado por la Dirección del Parque Nacional Galápagos del Ministerio del Ambiente, fue realizado en la isla Genovesa, en el norte del archipiélago ecuatoriano.
3Para ello se escogió a la fragata grande (Fregata minor) que puede pasar semanas volando sobre el océano en busca de alimento. A un grupo de aves de esta especie que estaban anidando le colocaron un pequeño dispositivo que mide los cambios electroencefalográficos (EEG) y un GPS (sistema de posicionamiento global). El análisis de ambos dispositivos- que no alteran el comportamiento de las aves y es retirado pocos días después- demostró que durante el día las fragatas se mantienen despiertas y por la tarde registran un Sueño de Ondas Lentas (SOL) de varios minutos mientras planean.
El vuelo ascendente en círculos reveló que la fragata duerme con un hemisferio, mientras el otro que está conectado al ojo que guía el giro permanece despierto, para evitar colisiones con otras aves. Las fragatas son capaces de volar 10 días ininterrumpidos y recorrer distancias de hasta 3000 kilómetros.
Pero de acuerdo a los monitoreos del GPS estas aves también experimentan Sueño de Movimientos Oculares Rápidos (MOR) que dura segundos. Este tipo de sueño es acompañado por pérdida de tono muscular, por lo que durante esos episodios experimentaron una caída momentánea de la cabeza sin alterar su patrón de vuelo.
El director de Gestión Ambiental del Parque Nacional Galápagos, Jorge Carrión, indicó a la agencia EFE que hay estudios que determinan que mamíferos marinos, como las ballenas, podían dormir durante sus travesías con un solo hemisferio, «sin embargo en las aves y, especialmente, en aves que tienen largas trayectorias, como las fragatas, no se había determinado eso».
Sebastián Cruz explicó, según recoge el Parque Galápagos, que el equipo se sorprendió al descubrir que en promedio las fragatas dormían menos de una hora por día durante los viajes de forrajeo; pero al retornar a sus nidos dormían por más de 12 horas por día, con episodios de sueño más largos y profundos. Con este estudio, el equipo espera determinar cómo estas aves pueden mantener un rendimiento adaptativo con poco sueño, mientras las personas y algunos animales sufren dramáticamente con la pérdida de sueño.
Ademas, la investigación ayudará a los científicos a explicarse las largas rutas de las fragatas y la forma en que pudieron haber colonizado hace mucho tiempo Galápagos.
Los resultados podrían incluso ser claves en temas de bioseguridad pues, como estas aves tienen la capacidad de viajar por largas distancias, también podrían transportar cualquier tipo de enfermedad para las aves de la isla, por lo que los técnicos tendrían un nuevo elemento con el que realizar sus estudios, recoge la agencia EFE.