La empresa privada confió en las mujeres privadas de libertad del Centro de Rehabilitación Social Turi, de Cuenca, para confeccionar ropa que será puesta a la venta en el mercado nacional.

El Ciudadano

14 mujeres tienen esta responsabilidad. Hace 20 días ellas iniciaron el proceso de confección de calentadores en distintas tallas y colores, mismos que serán comercializarlos, por pedido de la empresa privada. Ahora, esperan dos semanas para entregar 2.000 calentadores.

Con esta actividad, las internas percibirán un pago por calentador. El 10% del valor total comercializado será destinado para mantenimiento de maquinaria y adquisición de materia prima, lo cual servirá para dar continuidad al taller de corte y confección, que es parte del eje laboral del Modelo de Gestión, aplicado en todos los centros de rehabilitación social del Ecuador, y que estimulan la adecuada rehabilitación y reinserción social de los detenidos.

Gladys, Aura y Fany, son tres de las trabajadores, quienes por su experiencia se encargan de dirigir la obra y distribuir el trabajo de acuerdo a las capacidades de cada una.

Al colocar cada detalle, se puede evidenciar la entrega y profesionalismo con la que trabajan cada interna; mientras unas cosen y clasifican las piezas, otras se cercioran de pulir detalles y revisar que el producto final no tenga fallas.

“Todo es realizado con responsabilidad y compañerismo, este es un trabajo de equipo”, dijo Gladys.

Al ver y sentir que su trabajo ha sido valorado, las mujeres privadas de libertad manifiestan sentirse útiles y agradecen el apoyo que reciben del Ministerio de Justicia, con la dotación de maquinaria y además la constante capacitación que reciben en los talleres existentes en el centro de rehabilitación de Turi.

“El hecho de saber que la empresa privada confía y valora nuestro trabajo, nos hace sentir bien y lo más importante, nos brinda la oportunidad de convertirnos en un apoyo para nuestra familia” mencionó Aura.

Debido al trabajo bien logrado, este es el tercer pedido de calentadores que confía la empresa privada a las mujeres privadas de libertad del CRS Turi, donde también están activos los talleres de carpintería, ebanistería, metalmecánica, artesanías, entre otros.