El presidente Daniel Noboa renovó por 30 días más el estado de excepción en seis provincias y dos cantones. La medida, establecida a través del Decreto 469, se aplica por grave conmoción interna en Guayas, Los Ríos, Manabí, Santa Elena, El Oro, Orellana, y los cantones de Quito, en Pichincha; y Camilo Ponce Enríquez, en Azuay. El Primer Mandatario señaló que la extensión del estado de excepción busca garantizar el orden público, la paz social y la convivencia pacífica.
De acuerdo con el prefecto de Manabí, Leonardo Orlando, la política de lucha contra el crimen organizado no puede basarse únicamente de estados de excepción que, no representan una solución sostenible.
“Los estados de excepción, de manera aislada, no pueden ser una solución a mediano y largo plazo”, dijo.
Orlando señaló que el perfil costero de la provincia es uno de los puntos donde se concentran mayores incidencias de muertes violentas. Entre ellos, se encuentran el secuestro, sicariato, extorsión y las denominadas ‘vacunas’ que han tenido un repunte durante las últimas semanas.
Frente a esto, la Prefectura busca implementar un observatorio de seguridad, crimen y violencia para identificar puntos vulnerables en la provincia. Explicó que, un ejemplo de aquello, podría ser un mapeo del perfil costero, para implementar escuelas, proyectos y promover la inclusión económica y social de sectores expuestos a la infiltración del crimen organizado.
Otra de las labores desde la administración local es la instalación de cámaras de videovigilancia y proyectos de prevención para alejar a niños y adolescentes de organizaciones criminales en zonas vulnerables.
Pese a que desde las Prefecturas y Alcaldías se ejecutaron planes en materia de seguridad, Orlando hizo un llamado a fortalecer los niveles de inteligencia de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional, así como la institucionalidad del sistema de administración de justicia.
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