Carlos Realpe, coordinador de Bienestar Animal de PAE y quien recibió a Dulce (nombre con que llamaron al canino), explicó a Notimundo que al momento del rescate del animal se encontraron restos de un preservativo, por lo que inmediatamente presumieron que se trataba de un caso de zoofilia. «Era tal el daño que este hombre le había hecho a la perrita que era imposible regenerar ese tejido», señaló Realpe.
El activista considera que este caso quedará «en nada», pues en el actual Código Orgánico Integral Penal (COIP) solo existen dos artículos que penan el maltrato animal, pero no como un delito, sino como una contravención. Realpe comentó que junto a otros miembros de PAE acudieron a la Unidad de Flagrancia a denunciar el caso, pero, al no conocer al agresor, les dijeron que no podían hacer nada. «La Policía no va hacer ninguna investigación, pero queremos que esto sea una alerta para que la sociedad y las autoridades se den cuenta el gran vacío que existe en materia de protección animal», precisó.
Para Realpe, este no es un tema que solo involucra a los animales, sino que en la mayoría de estos casos los agresores también hacen estos actos con víctimas humanas. «Este señor que anda violando perritos -que no creemos que sea el primero ni el último- puede estar haciendo lo mismo en su casa», dijo el activista, y acotó que están analizando acudir a otras instancias públicas para denunciar el hecho, pero reiteró que por ahora intentarán que se visibilice el caso para intentar frenar estos abusos.
Finalmente, Realpe manifestó que han intentado mantener reuniones con las autoridades, no solo por este, sino por otros casos pero que sus pedidos han sido negados porque consideran que «son solo animales». «No entienden el puente que existe entre la violencia hacia los animales y los humanos», puntualizó.