En el conjunto amarillo, el recién llegado Jonathan Álvez y el ‘hijo pródigo’ Christian Penilla se han convertido en la garantía de gol en la propuesta ofensiva de Guillermo Almada, con 6 anotaciones cada uno. Mientras que el plantel azul cuenta con el confiable Ángel Mena, quien hasta la décima fecha se había adjudicado 4 tantos; y en el camino ha surgido el importante aporte de Cristian Guanca, que ha sumado 6 dianas en los últimos 4 partidos.
Otro aspecto en común de ambos sistemas de ataque es que son más efectivos con balón al piso. Barcelona suma apenas tres dianas en jugadas aéreas. Penilla facturó una y el defensa Darío Aimar las dos restantes. En Emelec solo se registra un par de anotaciones de testarazo; una la concretó Ángel Mena y la otra el defensa Fernando Pinillo.
‘Eléctricos’ y ‘toreros’ suelen potenciar su ataque en la rapidez de los hombres que trabajan por las bandas, los cuales tienden a ganar el fondo del campo rival para desde allí servir el balón a gol. Los primeros tienen en Mena y Robert Burbano a dos velocistas con dribling, capacidad de desmarcarse, buen centro y remate. Los segundos cifran su despliegue por los costados en la letalidad de Penilla en la izquierda y en los aportes algo más esporádicos de Ely Esterilla.
¿En qué aspecto es más notoria la diferencia en las propuestas? Barcelona gusta de invadir la zona rival progresivamente. Pese a que sus volantes de corte sufren algunos problemas para recuperar y distribuir con acierto en la misma medida, es Damián Díaz el que se encarga de sostener el esférico en el medio campo y repartirlo hacia el último tercio.
En este sector el toque a ras de piso es la norma. De allí viene el don de la oportunidad del que gozan anotadores. Álvez siempre siguiendo al conductor del balón para la segunda jugada y Penilla cortándose en diagonal de izquierda al centro para llegar con el remate fortuito. Con una media de 2,08 goles por partido, los ‘canarios’ acostumbran abrir el marcador cuando pasa la media hora de juego.
Emelec hoy luce como un equipo que simplifica la intención ofensiva. La tenencia de los azules se cifra en la mitad de campo y en el balance que proporciona la línea de fondo para reiniciar el ataque. Desde la zona de recuperación, Pedro Quiñónez y Fernando Gaibor gestan la mayoría de incursiones al campo rival con pases largos hacia los costados con lo que se pretende aprovechar la velocidad de los hombres en banda. Por el centro, Guanca, Denis Stracqualursi, Gaibor y Quiñónez suelen ser opción de remate.
Los ‘millonarios’ tienen una nutrida gama de posibilidades. Si bien más del 73% de los goles llegan de elaboración y definición, un nada despreciable 17% de anotaciones proviene del aprovechamiento de jugadas de balón detenido. El plus es la cantidad de rematadores de media distancia, y al menos Guanca, Gaibor y Quiñónez no pierden la oportunidad de probar cuando hay el espacio disponible. Los ‘eléctricos’ son muy dados a dar el primer golpe sobre los 25 minutos.