Así lo anunció en rueda de prensa la directora general de la institución, Margaret Chan, quien declaró: «Los casos de microcefalia y otros desórdenes neurológicos por sí mismos, por su gravedad y por la carga que conllevan para las familias, constituyen una amenaza en sí, y por eso he aceptado la recomendación del Comité».
«La relación causal entre el virus del zika y los casos de malformaciones no ha sido aún probada científicamente», afirmó Chan, aclarando que uno de los objetivos de haber declarado la emergencia es acelerar los estudios para poder establecer esa posible vinculación.
«El zika por sí solo no es una emergencia internacional», subrayó también reiteradamente el director de emergencias de la OMS, Bruce Aylward.
«Lo que es una amenaza -y por eso una emergencia internacional- son los dos grupos de casos de microcefalia en Brasil actualmente y los que ocurrieron en la Polinesia Francesa en 2013 y 2014», dijo a su vez el presidente del Comité de Emergencias, David Heymann.
En 2013 hubo en ese territorio francés una epidemia de virus del zika, pero como en el 75 % de los casos la dolencia es asintomática y en el resto los efectos son leves, la comunidad internacional no le dio la mayor importancia.
Durante esa epidemia se dieron casos de microcefalia, de desórdenes neurológicos y de casos de bebés nacidos con el síndrome de Guillain-Barré, una condición que ataca el sistema inmunitario y el sistema nervioso y a veces causa parálisis.
Sin embargo, en aquel momento las autoridades sanitarias no vieron el posible vínculo entre la epidemia de zika y los casos de malformaciones en recién nacidos.
Ahora la OMS está investigando retrospectivamente estos casos para ver si puede establecer dicho vínculo.
«No hemos podido establecer la relación directa entre el virus del zika y los casos de microcefalia y desórdenes neurológicos ni en Brasil ni en la Polinesia. Eso es lo que debemos investigar. Pero los casos de malformaciones son tan graves que hemos decidido declararlos una emergencia», agregó Heymann.
El experto, además, dijo que «el hecho que se esté expandiendo es otro de los argumentos para declarar la emergencia».
Consultado Aylward sobre está «expansión» y el hecho de que la propia Chan dijera que estas malformaciones suponen «una amenaza para el resto de la población mundial», el director de emergencias respondió que la OMS «teme» que estas dolencias puedan «extenderse a otros lugares».
Aylward no dio explicaciones sobre cómo esto puede ocurrir.
«Escuchen, es una condición tan seria (las malformaciones y la microcefalia) que tenemos que actuar y tomar medidas preventivas», argumentó Chan.
Hasta la fecha, en Brasil se han detectado más de un millón y medio de casos de zika, y más de 4.000 recién nacidos con microcefalia.
No obstante, por ahora sólo se han contabilizado 270 casos de bebés brasileños nacidos con microcefalia y que son portadores del virus.
La OMS estima que el virus puede infectar hasta a 4 millones de personas en toda América.
A pesar de la declaración de la emergencia, la OMS rechazó recomendar ninguna restricción de viajes, ni tan siquiera a las mujeres embarazadas.
«No hacemos ninguna recomendación de restricción de viajes ni de comercio, ni tan siquiera para las embarazadas», enfatizó Aylward.
Países como Colombia y El Salvador han recomendado a sus ciudadanas que pospongan un eventual embarazo, y otras naciones recomiendan no viajar a zonas donde ha habido brotes del virus.
«Por ahora lo único que decimos es que es importante que las personas tomen medidas especiales para protegerse, sobre todo las mujeres embarazadas o las mujeres en edad de gestación -afirmó Chan-, como usar camisetas de manga larga y pantalones, usar repelentes, y estar bien informadas».
La OMS confirmó que hasta la fecha se han detectado casos del virus en 25 países y territorios del mundo, pero dada la presencia del mosquito que lo transmite -el vector- en casi todos los países tropicales, se teme que el zika aparezca en otros lugares.
El virus del zika lo transmite el mosquito «Aedes Aegypti», responsable también del contagio de virus del dengue y del chikunguña, y que a diferencia del que inocula la malaria, pica de día.
Por ahora no existe ni vacuna ni tratamiento contra un virus que fue descubierto en los años cincuenta en el bosque Zika de Uganda.