Los 20 chinos eran los tripulantes del buque Fu Yuan Yu Leng 999, que fue interceptado dentro de la Reserva por la Armada Nacional. La nave carguera es de tipo factoría y estaba acondicionado con frigoríficos, donde se guardaba la pesca que capturaba.
En un juicio directo o rápido, la jueza Alexandra Arroyo los sentenció a la cárcel y a pagar una multa de USD 5,9 millones, por haber invadido el área protegida y por llevar 300 toneladas de pesca, en las cuales se hallaron especies de tiburón que están en proceso de extinción o se encuentran bajo protección, por su vulnerabilidad.
Durante la audiencia de juzgamiento, un peritaje a la pesca determinó que se hallaron 6 623 individuos de tiburones, pertenecientes a seis especies; de esas, cuatro están registradas en las Galápagos. La pena será cumplida en la prisión manabita, según la disposición judicial.
El operativo del traslado fue coordinado por la Policía Nacional con la ayuda de la FAE, quien prestó su avión de logística, para el viaje. Los 20 ciudadanos chinos fueron capturados el 13 de agosto del 2017 e inmediatamente recibieron orden de prisión preventiva.
Su enjuiciamiento comenzó el 25 de agosto y fueron condenados la tarde del 27 de agosto en la Unidad Judicial Multicompetente de San Cristóbal, en la provincia insular de Galápagos.
Fuente: El Comercio