Muchos jóvenes venezolanos no lucen conformes con lo que sus dirigentes conversan.
Ambas bandos mantienen a sus seguidores en las calles en defensa de las posiciones que presentarán en una reunión crucial con los mediadores programada para el 11 de noviembre.
Grupos de estudiantes venezolanos se declararon este jueves en protesta permanente en contra del Gobierno Nacional. Aseguran que respetan la tregua acordada entre Gobierno y oposición hasta el segundo encuentro del diálogo nacional que se inició el 30 de octubre. Por eso decidieron no marchar de momento hacia el palacio presidencial, pero apuntan que se mantendrán en las calles.
El primer punto de la movilización fue la Nunciatura Apostólica, a donde llegaron sin incidentes, a pesar de cruzarse con una concentración oficialista. Allí fueron recibidos por el nuncio, Aldo Giordano, a quien entregaron un documento con sus exigencias dirigido al mediador designado por el Vaticano para el diálogo, monseñor Emil Paul Tscherrig.
El dirigente estudiantil Hasler Iglesias dijo que los jóvenes exigen libertad inmediata a los estudiantes detenidos, que el Gobierno acepte la ayuda internacional para solventar la escasez de alimentos y medicinas y que se establezca un cronograma electoral «para darle solución a este crisis mediante un proceso democrático».
Los seguidores del oficialismo también decidieron demostrar su apoyo al presidente Nicolás Maduro.
La oposición rompió el silencio y ofreció detalles sobre sus exigencias en la mesa de diálogo que coinciden con las planteadas por los estudiantes. Además, piden el restablecimiento de los poderes electoral y judicial, así como la recuperación del poder de la Asamblea Nacional. Para ellos lo más importante es concretar una salida electoral.
El gobierno, por su lado, ha fijado su posición y rechaza la imposición de plazos.
Tras el apretón de manos del 30 de octubre el Gobierno liberó a un grupo de opositores encarcelados y la oposición suspendió el juicio político contra el presidente Maduro en la Asamblea Nacional y una marcha hacia la sede presidencial.
La expectativa de nuevos gestos entre las partes crece de cara al nuevo encuentro.