Luis Miguel se regresó y dejó ahí a su novia, la que se tuvo que conformar con sonreír e ignorar a quienes le hacían preguntas sobre LuisMi, quien seguía resguardado y buscando el momento perfecto para salir corriendo.
Después Luis Miguel salió rápidamente con sus guardias coordinados, subió a su auto y no dijo una sola palabra a los reporteros.