El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva expresó su agradecimiento a su predecesora Dilma Rousseff y a otros dirigentes de izquierda al participar en una misa antes de su posible entrega este sábado a la justicia para cumplir una pena a 12 años de cárcel por corrupción. El ex jefe de Estado proclamó su inocencia y acusó al juez Moro de «mentir»
La misa se lleva cabo en un camión de sonido convertido en capilla, frente al Sindicato de Metalúrgicos en Sao Bernardo do Campo, en el cinturón industrial de Sao Paulo, donde el exmandatario de izquierda (2003-2010) permanece atrincherado desde hace dos días.