La cantante estadounidense Madonna bebió y dio tumbos sobre la tarima durante los dos conciertos que ofreció este fin de semana en la Rod Laver de Melbourne, Australia, según publica People en Español.

«Alguien por favor encárguese de mí», gritó Madonna, de 57 años, quien también llamó «desgraciado» a su ex esposo, Guy Ritchie.
Posteriormente, la llamada «Reina del Pop» se subió a triciclo, gateó por el escenario e interpretó el tema Intervention en honor a su hijo Rocco, mientras se proyectaban imágenes del chico de 15 años en el escenario.