Richard Allan Caring, dueño de la cadena de hoteles Soho House con presencia en todo el mundo, contrató a Maluma para que hiciera una actuación especial en su boda. Su intención era darle una sorpresa a su esposa, quien es gran admiradora del colombiano.
Se pactó su actuación por la suma de $500 mil dólares, y se realizó un primer depósito por $375 mil dólares. Los problemas comenzaron cuando Maluma quiso cobrar más dinero, solicitando US$1 millón, a lo que Caring se negó. El empresario hotelero exigió la devolución de sus 375 mil dólares, pero el artista y su equipo se negaron, por lo que decidió proceder a la demanda tras esperar 8 meses sin obtener respuesta por parte del cantante.