Desde los trabajadores plantean aumentar el salario en un 20 % o por sectores; mientras que por el lado de los empleadores piensan mantenerlo en $ 400.
Todas estas ideas serán debatidas entre ambos sectores el próximo 16 de noviembre a las 11:00 vía Zoom, de acuerdo a la convocatoria que realizó ayer el Ministerio del Trabajo.
Nathaly Pernett, subsecretaria de Políticas y Normas, señala que ambas partes podrían dialogar antes de la fecha definida.
En años anteriores, las reuniones para determinar el salario se desarrollaban en diciembre, pero el Acuerdo Ministerial MDT-2020-185 establece hasta el 20 noviembre de cada año que se trate la fijación del salario, es decir, trabajadores y empleadores tienen ocho días para lograr un consenso. Y de no ser así, se aplica la fórmula para el cálculo del SBU establecida por el Ministerio del Trabajo.
Dicha fórmula para Rodrigo Gómez de la Torre, representante del sector empleador ante el CNTS, no permite un aumento salarial porque los índices de empleo son negativas.
“Si aplicamos la fórmula no hay posibilidad de incrementar nada. La fórmula evidencia que no hay espacio para incremento salarial. La realidad es muy compleja porque ha caído el empleo”, indica y añade que desde su sector están realizando estos cálculos de la fórmula.
La fórmula establece nueve factores: índice de precios del consumidor (IPC), factor de productividad laboral, elasticidad del empleo, tasa de participación global, empleo en el sector informalidad, entre otros.
Estas cifras, según Pernett, son obtenidas del INEC, Banco Central y Ministerio de Finanzas para determinar el SBU en caso de no existir consenso.
De la Torre señala que es apresurado pensar en aumento de salarios y considera que lo adecuado es mantenerlo en $ 400 y mejorar la productividad reformando el Código de Trabajo.
“Necesitamos reformar el Código, pero sí deberíamos pensar en algo que se discutió en el Consejo hace algunos años, que el salario tenga que ver una vinculación a productividad y no solo a tiempo. A mayor productividad, mayor salario”, apunta.
Richard Gómez, titular de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) e integrante del CNTS, considera que sí puede haber un incremento pero segmentado, porque a su juicio no todos los sectores han sido afectados por la crisis económica generada de la pandemia COVID-19.
“La visión del movimiento sindical es que no puede hablarse de crisis en todos los sectores productivos del país porque hay sectores que cerraron producto de la pandemia, como el turístico, pero tampoco encasillar a todos los sectores como el área farmacéutica, servicios, cadenas de supermercados, bananero, azucarero, atunero. Entonces donde han duplicado sus ingresos que haya un incremento salarial”, explica.
Pero un aumento, sea segmentado o no, para Xavier Rosero, representante del CNTS por los empleadores, pone en peligro el sostenimiento y generación de empleo.
“De lo que estamos seguros es de que en este momento no existen condiciones ni económicas ni productivas como para hablar de un incremento salarial. Me parece impensable discutir cualquier porcentaje de incremento porque lo único que haría es expulsar a más trabajadores a la informalidad y subempleo”, señala.
Con esto concuerda Xavier Sisa, también representante por el sector empleador. Dice que es importante analizar las cifras como por ejemplo más de 270.000 desafiliaciones al IESS.
“No hay ningún parámetro que pueda recuperar el empleo. Deberíamos propugnar por trabajar para que no se profundice ese deterioro”, enfatiza.
Pero Cristóbal Buendía, procurador de la Federación de Trabajadores Públicos y Privados (FTPP), apunta a la lógica de que el salario tenga concordancia con el costo de la canasta familiar básica que a octubre se situó en $ 710,74.
“Nuestra postura será que el salario sea aumentado en un valor no menor al 20 %, aproximadamente $ 80. La Constitución habla de que el salario debe cubrir la canasta básica y eso se calcula según el número de receptores que tiene una familia. Como se ha perdido tanto empleo no existe la posibilidad de que la canasta básica sea cubierta. Ya no son varios receptores sino uno solo en el mejor de los casos”, menciona.
Édgar Sarango, presidente de la Confederación de Trabajadores del Ecuador, piensa que debe existir un incremento, pero progresivo.
“Si la canasta básica ya está llegando cerca de los $ 800 y si el salario está en $ 400, existe un desfase del 50 %. Si existiera la voluntad o decisión política este 50 % podría prorratearse a cada año con un incremento que ya conste dentro del decreto ejecutivo o mediante la modificación de la ley”, expresa.
Ambos sectores esperan dialogar, pero en lo que sí concuerdan todos es en que será una reunión única y decisiva por el contexto de la pandemia.
Nota Original: El Universo – LINK