La última vez que el equipo se había paseado en un autobús en la ciudad fue hace dos años para festejar su título de campeón de segunda división. La jornada de hace dos años terminó ante el ayuntamiento, un lugar demasiado pequeño para albergar la marea humana de este lunes.
Según los medios británicos, se habían reunido más de 100.000 personas para festejar el título, un tercio de los 330.000 habitantes de la ciudad. El desfile comenzó a las 18h00 locales bajo un sol radiante para dirigirse al Parque Victoria, donde se había instalado un escenario.
Los jugadores fueron recibidos allí en un ambiente de festival de rock. Pero muchos aficionados del Leicester no pudieron aguantar hasta ese momento para iniciar los festejos. Desde el inicio de la tarde, el centro de la ciudad se vio invadido de aficionados llegados desde toda la región y vestidos de azul y blanco, los colores del club.
«Mi hijo vive en Mánchester y me preguntó una vez si Leicester ganaría un día la Premier League. Le respondí: no cuando yo viva, Tom. Estoy extremadamente feliz. Es un éxito magnífico para el club y la ciudad», explicó un aficionado, John Lewin, a AFP-TV.
El entrenador Claudio Ranieri, con el trofeo en la mano, estaba en la primera fila del autobús, bien colocado para medir el fervor de la ciudad. «Es increíble la cantidad de personas que ha venido, toda la ciudad está aquí», declaró a la BBC. El italiano está considerado como un dios viviente tras haber guiado a su equipo a un título que se pagaba en las apuestas 5.000 libras a 1 al inicio de la temporada.