Según Murillo, la crisis económica en América Latina, agravada por los altos niveles de pobreza y desigualdad, está impulsando a muchas personas a buscar mejores oportunidades en otros países.
En ese contexto, señaló que las políticas migratorias de la actual administración de Estados Unidos están dando resultados, lo que ha complicado aún más el ingreso de ecuatorianos a ese país. Señaló que actualmente, las fronteras están cerradas, permitiendo únicamente el acceso a personas que buscan asilo.
Además, Murillo advirtió que, con la llegada de Donald Trump al poder, se implementarían medidas migratorias aún más estrictas, dificultando la regularización de los migrantes y aumentando las deportaciones. Sin embargo, explicó que, en la práctica, una deportación masiva es muy difícil de ejecutar, ya que la ley prohíbe deportar a las personas hasta que un juez de migración emita una resolución sobre su situación de asilo.
Asimismo, Murillo subrayó que el mayor número de migrantes ecuatorianos indocumentados serían los más perjudicados, precisando que hay más de un millón de ecuatorianos en esta condición en Estados Unidos.
Finalmente, enfatizó que es urgente que las autoridades ecuatorianas realicen las gestiones necesarias para solicitar la aprobación del Estatus de Protección Temporal (TPS), que brindaría protección a los ecuatorianos en Estados Unidos. También sugirió negociar con el presidente estadounidense un acuerdo bilateral de migración u otras soluciones viables.
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