Más de 200 ciudadanos de diferentes partes de China han pedido a la Asamblea Nacional Popular (ANP) o el Legislativo chino, que comienza su única sesión del año el próximo sábado, que se libere a los abogados de derechos humanos detenidos hace ya más de siete meses.
Una carta firmada por 243 personas, desde activistas a letrados, y a la que hoy tuvo acceso Efe ha sido enviada a la ANP para instar a la liberación de los abogados, objeto de una campaña de represión de las autoridades.
En ella se recuerda la campaña lanzada en julio pasado, en la que fueron arrestados o interrogados más de 200 letrados o empleados de bufetes que trabajaban en casos de disidentes, activistas u otros ciudadanos con quejas incómodas para el Gobierno, y señala que 19 siguen en manos de las autoridades.
«Estos abogados fueron lo suficientemente valientes como para aceptar casos sensibles y pelear por ellos usando argumentos razonables, con respeto y con sentido de la justicia», defienden los ciudadanos en la carta, en la que denuncian que ninguno de ellos ha podido reunirse con su familia o tener acceso a asesoramiento legal.
Entre los abogados detenidos se encuentra la prominente Wang Yu, conocida como «la defensora de los desfavorecidos» y quien, según varias ONG, es el principal objetivo de la campaña, junto a otros trabajadores del bufete Fengrui, dirigido por otro conocido abogado de derechos humanos, Zhou Shifeng.
El letrado Yu Wengsheng, quien fue interrogado durante la campaña de Pekín, explicó a Efe que él y sus compañeros de profesión también preparan otra carta similar para dirigirla al Parlamento, en cuya reunión anual para discutir el próximo plan quinquenal, la política económica y varios proyectos legislativos se congregarán políticos de todas las regiones del país.
Activistas, disidentes y, especialmente, peticionarios -ciudadanos que viajan a Pekín para reclamar justicia al Gobierno central por alguna denuncia que creen que no ha sido atendida- aprovechan esta importante fecha del año para atraer la atención de los medios de comunicación.
Conscientes de ello, las autoridades blindan los alrededores de la ANP en la céntrica plaza de Tiananmen y cualquier protesta es reprimida por las unidades policiales y militares desplegadas estos días en la capital.