Las mejoras salariales fueron anunciadas en Venezuela, donde el presidente Nicolás Maduro informó el alza del salario mínimo y de las pensiones de un 30 %, y en Bolivia, cuyo mandatario, Evo Morales, firmó hoy un decreto que lo aumenta en 6 % (hasta 259 dólares).
Con esa alza, el ingreso mínimo integral en Venezuela pasa a 33.636 bolívares (88,89 dólares a la tasa oficial), aumento que el líder opositor Henrique Capriles, calificó de insuficiente.
En el marco del Día del Trabajador, Maduro dijo hoy que hay «varias decenas de detenidos» vinculados a un nuevo supuesto plan para matarlo y ordenó una «rebelión y decretar una huelga general indefinida» en caso de que algún complot resulte exitoso.
En Bolivia, Morales firmó también un decreto que congela su salario y el de otras autoridades como parte de las políticas de austeridad ante los malos precios de los hidrocarburos, sector del que se cumplen diez años de su nacionalización.
En Cuba, 600.000 personas participaron en la marcha por el Día Internacional de los Trabajadores en la Plaza de la Revolución de La Habana, presenciada desde la tribuna por autoridades del Gobierno y más de 1.600 invitados extranjeros.
Los sindicalistas cubanos manifestaron su apego «irrenunciable» a los ideales revolucionarios tras el deshielo diplomático con EE.UU., en el acto central por el Primero de Mayo, encabezado por el presidente Raúl Castro.
El máximo líder de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), Rodrigo Londoño Echeverri, participó en el desfile en la isla, junto a negociadores de esa guerrilla en el proceso de paz con el Gobierno colombiano.
Mientras, los sindicatos de izquierda de Argentina se manifestaron en reclamo de un paro general y el fin de los despidos en el sector público y privado.
El presidente Mauricio Macri aprovechó para denunciar que hace cinco años que no se genera empleo de calidad en el país debido a que el Gobierno anterior ocultó el desempleo con «trabajo público inútil».
Representantes de sindicatos paraguayos se movilizaron para pedir un reajuste salarial del 30 % y en repudio de la persecución a los dirigentes sindicales.
A ellos se sumó en Uruguay el PIT-CNT, la central sindical del país, que abogó por defender la «unidad» del movimiento gremial y reclamó acciones para evitar pérdidas salariales.
Miles de colombianos participaron en movilizaciones para pedir mejoras laborales y el fin de la privatización de empresas públicas.
En Chile, el fallo en contra de uno de los puntos claves de la reforma laboral impulsada por el Gobierno marcó las movilizaciones.
Miles de chilenos marcharon por la capital en dos manifestaciones, convocadas por la Central Unitaria de Trabajadores y el Comité de Iniciativa por la Unidad Sindical, que finalizaron con algunos disturbios y dejaron locales comerciales dañados.
También se presentaron hechos violentos en Honduras, donde desconocidos prendieron fuego a la sede del gobernante Partido Nacional mientras se celebraba la marcha del 1 de mayo.
Los empleados hondureños, que criticaron de nuevo al Gobierno que preside Juan Orlando Hernández, marcharon en Tegucigalpa y otras ciudades y pidieron justicia por el asesinato de la defensora de derechos humanos y ambientalista Berta Cáceres.
Cientos de personas también recorrieron el centro de la capital de Costa Rica para defender el empleo público y rechazar una serie de reformas fiscales que impulsa el Gobierno.
En la marcha en Panamá protestaron contra los abogados del bufete Mossack Fonseca, al que los trabajadores señalan de estafar a la clase obrera al permitir una millonaria evasión fiscal a nivel global.
Miles de guatemaltecos demandaron mejores condiciones laborales y libertad de organización sindical, además de pedir castigo contra los funcionarios corruptos y respeto a los pactos colectivos, mientras el presidente Jimmy Morales instó a los trabajadores a ser ejemplo para las nuevas generaciones.
Una manifestación también se tomó las calles de la capital de Puerto Rico en contra de la junta de control fiscal que EE.UU. quiere imponer sobre el Gobierno de la isla, que arrastra una deuda cercana a los 73.000 millones de dólares.
Y la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, anunció con motivo de esta fecha que se aumentará la asignación del programa de combate al hambre, en un momento clave de su mandato por un eventual juicio político con miras a su destitución.
El desempleo en Latinoamérica va al alza, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que en diciembre informó de una subida por primera vez en 5 años, al pasar de 6,2 % en 2014 a 6,7 % en 2015.
Se prevé que esa tendencia se mantenga en este año, cuando llegará a 6,9 %, debido a la desaceleración de la región, según la OIT.