La policía iraquí dijo que un camión bomba fue detonado por un terrorista suicida en una calle comercial, muy concurrida, del barrio de Karrada.
Entre las víctimas del atentado, registrado en esa zona predominantemente chiíta, están 25 niños.
La fuerza de la explosión fue tal que destruyó un edificio de varios niveles en donde operaban una cafetería, varias tiendas y un gimnasio.
Equipos de bomberos sacaron a los heridos atrapados entre los escombros de los edificios adyacentes dañados por la onda expansiva de la bomba.
La segunda explosión fue perpetrada en un mercadillo del barrio Shaab, otra zona habitada por chiítas al sureste de la capital iraquí.
Ahí murió al menos una persona y cinco más resultaron heridas, según la policía.
«Este es un acto cobarde y atroz de proporciones sin precedentes, en el cual fueron atacados civiles pacíficos en los últimos días del mes sagrado del ramadán, incluyendo a quienes hacían compras para preparar la fiesta de Eid-ul-Fitr», dijo Ján Kubiš, el representante especial del secretario general de las Naciones Unidas para Iraq, en un comunicado.