El abogado Daniel Pollack informó en un comunicado que el litigio «está en camino de ser resuelto» a partir del acuerdo firmado la noche del domingo entre el fondo NML y otras firmas que llevaron a Argentina a los tribunales por bonos que entraron en cese de pagos en 2001.
Según el mediador, Argentina abonará a estos fondos acreedores la cantidad de 4.653 millones de dólares para cerrar el caso, «tanto en el distrito del sur de Nueva York (donde se llevaba la causa) como en todo el mundo».
«Este es un paso gigante para un largo litigio, pero no el último», aclaró Pollack, que recordó algunas de las condiciones puestas por Argentina cuando hizo una propuesta a los fondos acreedores el pasado 5 de febrero.
Entre ellas se incluyen que el principio de acuerdo sea aceptado por el Parlamento argentino y que queden derogadas dos leyes que impedían abonar sumas a los fondos que habían llevado a Argentina ante los tribunales.
Además, dice el comunicado, Argentina quiere recurrir a los mercados financieros internacionales para cubrir con deuda lo que debe abonar por este litigio y los fondos acreedores se comprometen a no interferir en esas gestiones.
Los bonos que formaban parte de este litigio quedaron en cese de pagos cuando Argentina anunció su «default» en 2001, en medio de una grave crisis financiera, pero no entraron en las reestructuraciones de 2005 y 2010.
Las gestiones de mediación entraron en una nueva fase, más próxima a la solución del conflicto, tras la llegada en diciembre pasado a la Presidencia de Argentina de Mauricio Macri, lo que flexibilizó las opciones y permitió allanar el camino hacia el acuerdo final.
«Me da un gran placer anunciar que la batalla campal entre la República Argentina y Elliott Management, dirigida por Paul E. Singer, está ahora en camino de ser resuelta», afirmó el mediador.
Elliot es la firma en la que está integrada NML, el fondo de inversión que, junto con Aurelius, tenían las posiciones mayores en la deuda reclamada y que se habían mostrado menos dispuestas a llegar a un arreglo.
El 5 de febrero, Pollack anunció que dos de los fondos de inversión que formaban parte de este litigio habían aceptado la propuesta del Gobierno argentino, pero entre ellos no se encontraban NML ni Aurelius.
El mediador dijo en su comunicado que si se completan los pasos para firmar el acuerdo Elliot, Aurelius, Davidson Kempner y Bracebridge Capital recibirán el 75 % de las sumas reclamadas, incluyendo el capital principal y los intereses.
También recibirán un pago para cerrar los litigios en tribunales distintos a los de Nueva York «y determinados costes legales y gastos en los que incurrieron durante estos quince años».
El mediador fue designado por el juez Thomas Griesa, que llevó la causa desde un principio, en vista de que Argentina, bajo el Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner (2007-2015), se negaba a cumplir con sus sentencias, que favorecían a los fondos de inversión.
Pollack dijo que para este paso fue fundamental el presidente Macri, que desde que fue elegido, en noviembre pasado, se dispuso a cambiar la «negativa dirección» en la que había entrado el caso, así como la actitud del equipo negociador argentino.
Pero también destacó el papel del millonario Paul E. Singer, que se involucró personalmente en este tema. «Fue un negociador duro pero justo», agregó el mediador.
Pollack calcula que todos los pasos para cerrar definitivamente este acuerdo quedarán completados en un plazo de seis semanas.
Todavía quedan pasos legales pendientes por otras firmas que posteriormente se sumaron a la demanda inicial, pero Pollack señaló que el acuerdo firmado el domingo resuelve el 85 % de los reclamos de esos acreedores.