La organización internacional Médicos Sin Fronteras (MSF) anunció hoy la finalización de su intervención en apoyo a la respuesta por el terremoto de magnitud 7,8 que asoló un sector de la costa norte de Ecuador el pasado 16 de abril.

En un comunicado, MSF recordó que en el último mes desplazó a Ecuador cuatro equipos de respuesta a las provincias costeras de Manabí y Esmeraldas, las más golpeadas por el sismo y en las que brindó apoyo en salud mental, reparto de raciones alimentarias, medicina, refugio y capacitación.

El terremoto causó la muerte de 663 personas, 9 aún están desaparecidas, más de 28.000 ubicadas en albergues temporales y los daños materiales son multimillonarios, según unos últimos informes oficiales.

Durante su acción humanitaria en Ecuador, MSF también ofreció capacitación a agentes sanitarios, psicólogos, profesores, trabajadores sociales y líderes comunitarios.

En Jama, una de las poblaciones más afectadas, la organización internacional apoyó con «paquetes de refugio e higiene» para unas 500 familias, que incluían tiendas de campaña, colchones, mosquiteras, mantas y artículos de cocina, entre otros.

«El día del terremoto mi casa desapareció por completo, no quedó nada, tuvimos que salir junto con mi hija y mis nietos a buscar un refugio donde quedarnos», relató Analcibar Ceballos, de 50 años de edad y uno de los damnificados de Jama.

«Ahora, al contar con una tienda propia, podemos tener un poco más de privacidad y estamos a cubierto del sol y de la lluvia», añadió Ceballos en declaraciones reproducidas por MSF.