Sin precisar cuándo difundirá las mediciones actualizadas, el Coneval pospuso la publicación de la información relevada en 2015, que según el calendario oficial estaba prevista para este martes 26 de julio.
Esto después que el otro ente público involucrado en la medición, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), cambió en días recientes su metodología con lo cual hizo incompatible la coordinación de datos. “Debido a las condiciones actuales de no comparabilidad del MCS2015 (Módulo de Condiciones Socioeconómicas) con años anteriores, el Coneval no publicará en el plazo anunciado la medición de pobreza 2015 a nivel nacional y por entidad federativa ni su evolución”, se informó por vía de un comunicado difundido este martes.
Aunque no se anunciaron plazos para esperar resultados, el boletín firmado por ambas instancias –Inegi y Coneval- anuncia también la conformación de un “grupo técnico de trabajo” para revisar los detalles del MCS2015 y los cambios operativos para medir el ingreso.
En días pasados, el imprevisto cambio metodológico del Inegi se tradujo en un presunto aumento del 33% en los ingresos de las personas más pobres del país, lo cual despertó reacciones en diversos sectores que consideran el Estado maquilló cifras para bajar índices de pobreza, cuando los indicadores macroeconómicos son adversos y en los primeros dos años de gestión del presidente Enrique Peña Nieto hubo cerca de dos millones de “nuevos pobres”. El Inegi justificó sus acciones en una presunta sub-declaración de ingresos por parte de las personas con menos recursos, quienes dijo “tienden a declarar menos de lo que realmente perciben”.
Lo cierto es que además de generar suspicacia, su modificación de método tuvo como consecuencia que los resultados ahora obtenidos no sean comparables con años anteriores, con lo cual es imposible analizar la evolución del indicador. En función de ello, el Coneval suspendió su medición y cortó así un historial de reportes ininterrumpidos desde el año 2007. Por casi una década, Inegi y Coneval habían coordinado acciones para medir ingresos a nivel global y también desglosado por entidades federativas, valiéndose de indicadores multidimensionales.
Ahora, sin información actualizada, no será posible analizar los resultados concretos de las políticas sociales, en particular las más publicitadas como la “Cruzada contra el Hambre” que impulsa el actual gobierno. Aunque las entidades confían en “transparentar las acciones a seguir para lograr certidumbre en la información”, los cambios del Inegi y la suspensión de Coneval generan desconfianza.
Por ejemplo, el profesor Alberto Aziz Nassif, del Centro de Investigación y Estudios Superiores en Antropología Social (CIESAS), lamentó que el país camina “hacia un escenario en donde el gobierno puede meter mano en las estadísticas de acuerdo a las necesidades políticas”. En un artículo de opinión publicado en el diario El Universal, concluyó que “un país sin estadísticas ciertas y verificables es una república bananera”.